Es la tradición.
Es la historia.
Es el rito.
Es la huella de nuestro pasado.
Es nuestro acervo cultural y espiritual.
De acuerdo con la tradición y como venimos haciendo hace muchos, muchos años, el 25 de Junio, después del solsticio, con el recién estrenado verano, subiremos al Monte de Yebra para venerar a Santa Orosia.
Generación tras generación se ha transmitido la historia de esta princesa que se refugió en estas montañas huyendo de sus perseguidores. Generación tras generación se han heredado las cruces de los pueblos. De mano de padres a mano de hijos han pasado, con emoción y cariño, los ropones de los romeros, y los gorros y los palos de los danzantes. El padre enseñó al hijo a tocar el salterio y el chicotén que alegrarán la fiesta con su sonido ancestral. Parece que los que mueven las banderas son desde hace décadas los mismos, pero no son los mismos, sino sus descendientes. Las matas de Boj, punto familiar de encuentro para reponer fuerzas y entonar las jotas al resguardo de la sombra, también llevan desde siempre, por tradición, el nombre de las familias: Casa Eusebio, Casa Juan Antonio...
Un año más se juntarán en el Monte de Yebra familiares y amigos. Repetiremos los mismos ritos y haremos las mismas fotos, en los mismos sitios, sin los que se fueron y con los que vinieron. Volveremos a emocionarnos al sentir la energía de la danza del paloteo retumbando en las paredes de la iglesia y en las de nuestro corazones. En los silencios entre golpe y golpe de los palos, sentiremos que nos acompaña el espíritu de los que nos precedieron, y el aire del puerto, y el frescor del agua de la fuente, nos traerá el recuerdo de los que fuimos, de lo que somos y de lo que seremos.
El recibimiento de romeros y cruceros tendrá lugar a las 7.00 en la lonja de la iglesia de Yebra
