Yespola, un rincón con historia en la ribera del Guarga
Yespola es un pequeño pueblo que se asienta en una ligera planicie, en la margen izquierda del río Guarga. Está situado a unos 900 metros de altitud y se encuentra a 25 km de Sabiñánigo.
Cuenta con cuatro casas, en distintos estados de conservación: Casa Fuertes, Casa Samper, Casa Chirón y Casa Otín. En la actualidad, se mantienen en pie Casa Fuertes y Casa Samper.
Además de las viviendas, pueden observarse diversas construcciones de interés, como bordas, pajares, graneros o tiñas. También destacan la antigua herrería, una torre defensiva y la iglesia, que forman parte del patrimonio histórico del lugar.
La herrería y la iglesia de Yespola
La herrería se encuentra en las afueras del poblado. Durante años, fue utilizada por el herrero de Gesera y, en tiempos más recientes, por el de Baraguás.
La iglesia parroquial de Yespola está dedicada a San Antonio y data del siglo XVIII, aunque es posible que se construyera sobre los otra de época muy anterior.
Presenta planta rectangular con cabecera plana orientada hacia el oeste y dos capillas laterales próximas a la cabecera. En la fachada este se situaba el coro en alto, bajo el cual se situaba la piedra bautismal.
Contaba también con una espadaña de dos ojos situada sobre el coro, en la fachada norte. Tenía dos campanas: la de la izquierda, más pequeña. La puerta de acceso está en el muro sur y es una puerta dovelada.
Delante de la iglesia está el cementerio. La iglesia fue quemada durante la Guerra Civil, por lo que a partir de ese momento las misas se celebraron en la carpintería. Por decisión del párroco de ese momento, las campanas fueron trasladadas a la iglesia de Gesera.
Vida, caminos y tradiciones en Yespola
En la actualidad, Yespola cuenta únicamente con dos vecinos empadronados. Según los registros, su máximo de población se alcanzó a mediados del siglo XIX, con 49 habitantes.
Hasta finales de los años 60, el pueblo se comunicaba con sus vecinos a través de caminos de herradura. DE especial importancia era el que comunicaba con Belarra, ya que allí iban a la escuela los niños de Yespola. También eran esenciales los caminos hacia Grasa y Gesera, este último el pueblo más grande de la zona.
En 1968, cuando Yespola ya estaba prácticamente deshabitado (los últimos vecinos, de Casa Fuertes, se marcharon a Sabiñánigo a principios de los años 70), se abrió una pista que permitió el acceso en vehículo desde el desvío del puente de Gesera.
Yespola celebraba su fiesta mayor el 17 de enero, día de San Antón, y la fiesta pequeña el 30 de septiembre, día de San Jerónimo. Además, se participaba en distintas romerías: a la ermita de San José de Larué junto con los vecinos de Belarra, Escusaguás y Atós; a la cofradía de Santa Bárbara de Grasa, el 8 de septiembre, junto a otros pueblos de La Guarguera; y a la romería de San Úrbez en Nocito, el primer miércoles de Resurrección. Y aún hoy, seguimos acudiendo, con el “ropón”, a la romería de Santa Orosia en Yebra de Basa, el 25 de junio
Ana
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